viernes, 1 de julio de 2011

LA CREACIÓN DELIBERADA

   Así que si pienso un pensamiento concreto, voluntario, que pretende un resultado específico, y lo pienso muy a menudo, ese resultado que deseo, se convierte en una realidad. Esto es el pensamiento Positivo.
   Si este pensamiento que expresa uno de mis deseos, me lleva a sentirme bien (tranquila, segura, confiando en mi misma, alegre, valiente), y este bienestar me lleva a unas acciones coherentes con él (respondo con serenidad a lo que me sucede, hago lo necesario para que eso que deseo, se exprese), está claro que más tarde o más temprano, se manifestará el resultado que yo deseo.
   Este proceso se llama Creación Deliberada. Creación, porque lo creo yo (al creer: en mí, en mi deseo, en mi pensamiento) y deliberada, porque lo hago a propósito, conscientemente, con mi voluntad.
   De este modo, con perseverancia e inteligencia, podemos transformar esos aspectos de nosotros que no deseamos, que no nos gustan, o bien esas cualidades que poseemos, pero que apenas las hemos usado en la vida y por tanto, casi es como si no las tuviéramos.
   Porque, sí, es posible transformarnos, ser más quienes somos (no mejor, sino más), crear una vida muy parecida a la que de verdad deseamos.
   Pero no es tan fácil. Y no lo es porque tenemos una programación mental desde que éramos niños. Programación verbal (aquello que hemos oído de los adultos que nos rodeaban, sus creencias, su visión del mundo) y programación de los modelos de referencia a los que teníamos acceso (papás, parientes cercanos, profesores, vecinos cercanos). Además, la experiencia de incidentes concretos que hayamos vivido (la burla de compañeros de clase, fracasar estrepitosamente en alguna cosa...)
   Por tanto, para que la creación deliberada funcione, primero hemos de "limpiar" la mente de ideas que nos limitan, que no nos dejan conectar con lo que de verdad deseamos, que creemos que no es posible, o que no nos lo merecemos.
   A los niños, en general, se les adiestra en obedecer y en asumir culpas. Pocas veces se les enseña a pensar por si mismos, a tomar decisiones en la medida que pueden, a ser naturales y expresar lo que sienten (aunque sea enfado o rabia o tristeza). Es por eso que de adultos, hemos de trabajar para quitar o neutralizar esas ideas que tan poco potencian nuestro ser.
   Así que para crear deliberadamente, vamos a tomar consciencia de la programación que tenemos en la mente. Para ello necesitamos de libreta y bolígrafo. Anotemos todo lo que recordemos que hemos escuchado en nuestra infancia. Señalemos lo que son limitaciones. Miremos, cuantas veces (miles) hemos repetido esa idea. Comprendamos que esa idea limitadora, que hemos repetido miles de veces, es lo que en realidad creemos. Y puesto que lo creemos, lo creamos. Ya que es un tipo de pensamiento concreto que funciona igual que el pensamiento Positivo, pero en este caso es un pensamiento negativo (porque nos limita).
   Hay más, pero será próximamente.