miércoles, 23 de mayo de 2012

2 SECRETOS DE LA PALABRA

Las personas hablamos desde que tenemos dos años, así que las palabras para nosotros son completamente conocidas.

Lo que no es tan conocido es por un lado, cómo las procesa nuestro sistema nervioso, y por otro, el gran poder que ejercen sobre nosotros.

La PNL (programación psiconeurolingüística) estudia el modo cómo el sistema nervioso superior interpreta las palabras que oímos y que decimos. Este modo no se parece en nada a la gramática y sintaxis que aprendimos en el colegio y que aplicamos en nuestro lenguaje hablado y escrito.

Veamos algunos ejemplos:
El modo del verbo que procesa el cerebro es únicamente el presente de indicativo. Eso explica porque muchas veces no conseguimos lo que deseamos, y es porque lo formulamos siempre en un tiempo futuro, que a nivel de cerebro, no existe.

Algún día iré a visitar los gorilas en Kenia. Esto el cerebro no lo computa, es como si ni lo dijéramos.

Quiero visitar Kenia para ver a los gorilas en persona. Esto el cerebro sí que lo computa y las probabilidades de que se haga realidad, aumentan cada vez que lo decimos y pensamos.

La conjunción pero: tiene el efecto de anular la emoción que se describe en la primera parte de la frase, antes de la conjunción, con lo que emocionalmente, nos quedamos con el sentimiento que describe la segunda parte de la frase, después de la conjunción.

Fue una fiesta estupenda(alegría), pero al final me manché mi vestido preferido (decepción rabia, tristeza)

Esta forma de descodificar las palabras que tiene el cerebro, influye de manera poderosa en la percepción final que tenemos de las experiencias que vivimos. Distorsiona el recuerdo de lo vivido.
Esta formulación con la conjunción "pero" es muy común en castellano y cada vez que la usamos, nos estropeamos (sin saberlo) el matiz emocional de lo que vivimos.

Prueba ahora con la misma frase pero cambiando el orden de las frases que une la conjunción pero:

Al final me manché mi vestido preferido, pero fue una fiesta estupenda.

¿Notas cómo cambia la emoción?

Explicamos la misma situación, pero marcamos un recuerdo más ajustado a la verdad, puesto que el hecho de que la fiesta fuera estupenda no queda deslucido porque el vestido se haya manchado. El vestido se puede haber manchado en una fiesta horrible, o no mancharse en una fiesta maravillosa. Unir ambos hechos-sentimientos, que en realidad no tienen nada que ver, provoca una confusión de emociones.
Si tenemos la costumbre de formular así, sin quererlo, nos estamos quedando con un recuerdo confuso e incierto, de lo que vivimos.

Es por eso que las palabras tienen tanto poder: porque influyen en cómo nos sentimos.

¿Recuerdas la Secuencia Emocional?

Pensamiento lleva a sentimiento, sentimiento lleva a acción, acción a resultado.

El pensamiento, la palabra provoca un sentimiento, es por eso que tiene poder sobre nosotros.

Cuida lo que dices, toma consciencia del efecto emocional que provoca en ti, cambia lo necesario para dejar de ser esclavo de un concepto o creencia, del que en realidad, ni siquiera te das cuenta de que lo estás asumiendo. Esa es la manera de vivir nuestra vida con los parámetros de otras personas (sus creencias).

Te propongo que observes tu lenguaje. Aplica el tiempo presente y observa cómo influye en tu motivación para hacer realidad algo que quieres y deseas.

Observa cómo usas tú tus "peros", cambia el orden de las tus frases. Date cuenta de cómo provocas sentimientos potentes y positivos, sólo, usando las palabras con conocimiento...

Si te gusta este post, compártelo por favor.
Deja tus comentarios, ¡me encanta leerlos!



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad, la palabra "pero" la utilizamos muy a menudo. No nos damos cuenta de hasta qué punto nos limitamos cuando hablamos. Muy interesante.

SUSI GRAU dijo...

Así es. Un placer verte Danna! Ptons