viernes, 28 de septiembre de 2012

TODOS TENEMOS UN PLAN

Sí, todos tenemos un plan.

 Lo malo es que muchas veces ignoramos que lo tenemos y cuál es

El plan, vamos a llamarlo, Base, es un plan que se ha ido colando en nuestra mente, en nuestros referentes, nacido de los modelos que hemos visto a nuestro alrededor, de las creencias que nos han rodeado, de aquello que nos hemos creído sin cuestionarnos.

Algunos de estos planes son cool. 

Si en nuestra familia hemos tenido la fortuna de atesorar creencias potenciadoras y un estilo de vida proactivo, empático, positivo, resolutivo...que han proporcionado modelos eficaces para moverse con soltura en la vida, entonces el Plan Base nos ayudará a conseguir lo que deseamos, a sentirnos bien, a tejer el tapiz de nuestra vida con bellos colores y nudos sencillos.

Eso si hemos tenido la suerte de aparecer en una familia con un cociente de inteligencia emocional alto.

Pero si no ha sido así, entonces el Plan Base puede estar repleto de creencias negativas y limitadoras, de modelos ineficaces para moverse con soltura en la vida, proporcionando una sensación permanente de malestar o incomodidad que seguro hemos intentado camuflar de muchas maneras (tabaco, alcohol, trabajo en exceso, sexo insatisfactorio, etc.), y que nos bloquea alcanzar nuestros deseos, o muchos de nuestros deseos.

Y la tercera combinación, es casi la más dificultosa de vencer: la mezcla de creencias y de modelos, puesto que así, en algunos aspectos nuestros y de nuestra vida, conseguimos lo que queremos, nos sentimos bien, realizados, con un futuro brillante y atractivo. Y en otros aspectos...todo lo contrario: inquietos, incómodos, frustrados, tristes y rabiosos. 

Esta contradicción nos confunde profundamente y socava la autoestima, que es el núcleo, la raíz, de toda nuestra estructura de personalidad.

Así que estimados lectores y lectoras, pregúntense cuál es su Plan Base y que estilo tiene, y si no es el Plan Base cool, manos a la obra y a buscar los métodos y sistemas más apropiados para cada uno, que consigan desactivarlo y acabar con las dudas, incertidumbres y sufrimientos, porque la verdad, es que tenemos derecho y nos merecemos sentirnos bien siempre, al margen de todo lo que nos rodee (adentro y afuera).

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