Ya estamos en otro año.
Culpas de lo que no hemos hecho todavía, ilusión de lo que aún podemos hacer.
Sentimientos contradictorios que conviven en nosotros. La culpa y la crítica nos estropean la alegría. Pues podemos cambiarlo.
Sonríe y celebra la vida que late en ti.
¿Sabes que al sonreír se mueven un montón de músculos en el rostro, que juntos, provocan que segreguemos endorfinas? Pues sí, depende de nosotros estar mejor y mejor, incluso físicamente.
Sonríe y celebra que tienes poder para ser quien eres, ahora.
¿Sabes que la gratitud es una emoción que acompasa los latidos del corazón? Pues sí, depende de nosotros estar mejor y mejor, incluso físicamente.
Dicen que la suerte es una actitud. Promueve tu actitud afortunada sonriendo a la vida, mirando allá donde brilla lo mejor, donde sientes que puedes, donde te alegras de estar vivo y encuentras docenas de aspectos que te entusiasman.
Puede que no nos guste, pero la realidad es que como interpretamos todo lo que nos ocurre, la sensación final depende sólo de nosotros. No importa lo que nos pase, lo que importa es la explicación que le damos: si positiva, útil para nuestra vida sea lo que sea, o bien, negativa, sintiendo que nos falta algo, que no llegamos a algo, vacío en el corazón.
Sonríe y celebra que tu vida es tuya y que puede ser como tú seas capaz de crearla.
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