martes, 10 de junio de 2014

¡Y NO PIDAS NADA!

¿Te acuerdas? Seguramente, muchos adultos en tu niñez te lo dijeron un montón de veces.
Sin apenas darte cuenta, eso es lo que te dices a ti mismo o a ti misma cuando conectas con un deseo auténtico, que brota de tu corazón. Como no pides...no recibes. Como no crees que te lo merezcas, pues te conformas.
A veces, cosas sin ninguna importancia -como asistir a una fiesta y no comértelo todo- penetran en nuestras emociones y deforman la percepción de nuestra realidad. ¡Claro que no queremos ser gorrones! Pero una fiesta es para disfrutar y si han puesto rica comida, es un honor para quién lo cocinó que se termine hasta la última miga.
Esta situación de una fiesta en la que de niños nos tuvimos que aguantar las ganas de comer más, porque mamá se enfadaría si supiera que lo hemos hecho, puede crear un hábito interno muy-muy perjudicial para nosotros.


Podemos pedir todo lo que deseamos de verdad. Es un mito que no hay abundancia para todos. Es una mentira que pedir es una debilidad.
Podemos pedir y podemos pedir-nos: más alegría, más libertad, más creatividad, más inconformismo, más entrega, más pasión, más felicidad...
Podemos pedirnos cambiar a mejor, extraer nuestra mejor versión de nosotros mismos. Podemos pedirnos dejar atrás los miedos que nos paralizan. Podemos pedirnos alcanzar el éxito, cumplir nuestros sueños más preciados. Podemos pedir ayuda, compañía, apoyo...
Pero...
Si estamos acostumbrados a conformarnos con lo que hay, no nos creemos que merecemos lo mejor de lo mejor, nos sentimos culpables de ¡tantas cosas!... Entonces, no nos vamos a dar permiso para recibir lo que necesitamos o queremos.


Tal vez no lo sabes, pero ya te mereces todo por el mero hecho de existir. Hay de sobras para todos los habitantes del planeta (otra cosa es que los recursos se gestionen mal o fatal) y nadie se queda sin algo porque lo quieras tú.
¿Sabes que dicen que con cada deseo nuevo que surge de tu corazón, se expande el Universo?
A mí me parece una idea maravillosa y extraordinariamente poética.






¿Te imaginas que todos creyéramos que podemos recibir lo que deseamos?
Millones de personas elegirían el amor, la paz, la justicia, la abundancia, la libertad...
¿Cómo sería el mundo si estos deseos se cumplieran?
Otros millones desearían buenas cosechas, buen trabajo, buenos matrimonios y familias felices...
Otros aún querrían un príncipe azul o una princesa bellísima...
Y casi todos desearíamos las tres cosas que aquella vieja canción cantaba "salud, dinero y amor"...
¡Ah! si fuéramos conscientes de que la cuestión no está en pedir sino en ser capaz de recibir...




Porque es así: tú pides con tu voz interior "me gustaría ir de vacaciones" pero también te respondes "no puede ser, con la que está cayendo" y ya has tomado la decisión aún sin saberlo: no vas a ir de vacaciones. Tal vez conscientemente sigues deseando cambiar de aires por unos días, pero inconscientemente lo que esperas (y es lo que recibirás) es quedarte en tu casa pasando calor. Y te pasas tus días de vacaciones en casa, pasando calor.
Si tan sólo pudieras creer en ti, creer en ti más que en nadie y más que en nada de este mundo, entonces...esperarías (y es lo que recibirías) que a pesar de todo, las circunstancias se den para que tengas unos días de descanso en un lugar bonito, con personas queridas, gozando fácilmente...
¿Por qué no pruebas?
Sal de tu zona de comodidad y atisba el mundo ¿qué deseas?
Cree en ti, en que te lo mereces, en que es posible para ti.
Desea y espera recibir lo que deseas (y no otra cosa: el que juega a la lotería pero se dice que es tirar el dinero porque nunca le tocará. ¿Te fijas? Desea el premio pero espera no ganarlo)
La vida es mucho más hermosa de lo que sale en la televisión.
Hay millones de personas extraordinarias, a pesar de toda la violencia que nos muestran.
Tu vida es mucho más rica y apasionante de lo que tú mismo o tú misma te crees.
Sácate la venda y mira con tus ojos (y abandona para siempre las visiones de los demás)
Busca otra gente que tenga la misma visión que tú, únete y crea un mundo muy parecido al que a ti te gusta.
Si te ha despertado deseos leer este post y quieres saber cómo hacerlos realidad, escríbeme a  mimundoemocional@gmail.com  y te contaré cómo hacerlo.
Comenta lo que te provoque esta lectura, es muy agradable conversar con los lectores.
si crees que vale la pena compartirlo, ¡hazlo! Los botones están más abajo.
Y sobre todo:
Pide y espera recibir lo que deseas, sólo así podrás disfrutarlo.
¡Abrazos!